Author: jburk

MDRS Crew 203, Journalist Report

Tittle:

On the way to new world.

Author:

Hermes Hernan Bolivar.

Today, being the sixth day of the mission, a radiant sun illuminates the station and with it the start of one more day of activities for each of the crew, we came from a night where the intrigue welcomed each of us after a fault in the electric power generator. Which we could cope with in low light and a dinner with hamburgers prepared by our commander. Despite the inconveniences of the previous day, and as an interesting routine, I started my activities in one of the places that in my opinion is a small piece of the Earth in this hostile world; the GreenHab.

There, one of the greatest miracles on earth has its greatest expression. Life emerges in the form of small plants that feed the spirit of each of the crewmembers of this station. Not only providing food, but also the possibility of feeling at home. I think that this opinion is also shared by our mascot, MARStha Leticia, who accompanied us to the watering work.

As the day goes by, each crewmember concentrates on their work, while our commander carefully prepares for all exquisite dishes, which keep up our spirits and energy to carry out our projects and work in the station.

Our projects are advancing slowly, I must admit that doing science on Mars has been a challenge for me and my colleagues. Mars has shown us its majesty but in the same way it has made it difficult for us to know its mysteries. However, that does not weaken the morale of each of the crew members, but on the contrary, encourages us to continue in this adventure.

Now a greater responsibility comes to us, by being completely alone in this station. At this moment I ask myself, are we ready to face all the problems that could arise in the station? And I believe that this same question will be asked by the first crew that will dare to make this epic expedition to an unknown world, away from all their loved ones, their species, their world. But I also remember that like the plants that are born in the GreenHab, life makes its way, in the places where we as humans never expect it, and in that way, we will make our way to the conquest of a new world.

Titulo:

En camino a un mundo nuevo.

Autor:

Hermes Hernan Bolivar .

Hoy, siendo el sexto día de la misión, un sol radiante ilumina la estación y con ello el inicio de un día más de actividades de cada uno de los tripulantes, veníamos de una noche donde la intriga nos acogió a cada uno de nosotros después de un fallo en el generador de energía eléctrica. El cual pudimos sobrellevar con poca luz y una cena con hamburguesas preparadas por nuestro comandante. A pesar de los inconvenientes del día anterior, ya como una interesante rutina, inicié mis actividades en uno de los lugares que a mi parecer es un pequeño pedazo de la tierra en este mundo hostil; el GreenHab.

Allí, uno de los mayores milagros de la tierra tiene su mayor expresión. La vida emerge en forma de pequeñas plantas que son las que alimentan el aliento de cada uno de los tripulantes de esta estación. No solo suministrando alimento, sino también la posibilidad de sentirse en casa. Creo que esta opinión también la comparte nuestra mascota MARStha Leticia quien nos acompañó a las labores de riego.

A medida que transcurre el día, cada tripulante se concentra en sus labores, mientras nuestro comandante cuidadosamente prepara para todos exquisitos platos, que mantienen en alto nuestro animo y energía para realizar nuestros proyectos y labores en la estación.

Nuestros proyectos van avanzando poco a poco, debo reconocer que hacer ciencia en Marte ha sido un reto para mi y mis compañeros. Marte nos ha mostrado su majestuosidad pero de la misma forma nos ha puesto dificultades para poder conocer sus misterios. Sin embargo, eso no debilita la moral de cada uno de los tripulantes, sino todo lo contrario, nos anima a continuar en esta aventura.

Ahora viene hacia nosotros una mayor responsabilidad al quedar completamente solos en esta estación. En este momento me pregunto, ¿Estaremos listos para afrontar todos los problemas en esta estación?. Y creo que esta misma pregunta se la hará la primera tripulación que se atreverá a realizar esa expedición épica hacia un mundo desconocido, lejos de todos sus seres queridos, de su especie, de su mundo. Pero así mismo recuerdo que como las plantas que nacen en el GreenHab, la vida se abre camino, en los lugares en los que nosotros como humanos nunca lo esperamos, y de esa forma, nosotros nos abriremos camino hacia la conquista de un mundo nuevo.

Waking up on mars

Author: Liza Forero

This morning the MDRS woke up with a chimerical dawn and the silence and peace that I feel while I see it begins to invade every cold bone inside of me. I can see in my partners something different from the first time I saw them, in the way they look, in the energy they transmit and in each laugh they share.

In the morning, we were all waiting to have our third EVA, however, I think this delay increases my anxiety more than it does to the rest, maybe it’s because of the need to be outside, to be able to walk, to feel the earth under my feet and see majesty on every horizon; that majesty that leaves you breathless, but fills you with satisfaction, pleasure, nature, life.

As we walk through the valleys and reach the hills, a shadow chases me, the shadow of reality. That reality of which I am possibly fleeing by being here. But the walk continues and while the fatigue takes over my body I realize that there are glimpses of happiness in each day, in the friends that I have, in the landscapes I walk and in the work that I do

The day ends with tired bodies, with laugh and with the desire to continue experiencing the day to day that this desolate and reddish place offers us. We hope that each one of us be able to assess and learn from everything that this place inspires.

After five days of being here you could say that you have already established a routine and you get used to doing the same thing, to see and talk with the same people but the reality it is not like that, I think the word habit will not be at the moment the one who describes this place once he has left it and look back to remember this space, this cold, this piece of no man’s land but of all those who are willing to really see it, feel it, live it.

There is a wonderful feeling in all this. Maybe the places where you think nothing could live is where you can feel alive again and wake up from the lethargy in which life itself can envelop you. Maybe there is more life in an arid desert than anyone could imagine.

Despertando en marte

Autor: Liza Forero

Esta mañana el MDRS despertó con un amanecer quimérico y el silencio y paz que siento mientras lo veo empieza a invadir cada frio hueso dentro de mí. Puedo ver en mis compañeros algo diferente respecto a la primera vez que los vi, en la forma en la que se ven, en la energía que transmiten y en cada risa que comparten.

En la mañana, todos estábamos a la expectativa de tener nuestro tercer EVA, sin embargo, creo que esta dilación aumenta más mi ansiedad que al resto, tal vez sea por la necesidad de estar afuera, de poder caminar, de poder sentir la tierra bajo mis pies y ver majestuosidad en cada horizonte; esa majestuosidad que te deja sin aliento, pero te llena de satisfacción, de placer, de naturaleza, de vida.

Mientras caminamos a través de los valles y alcanzamos las colinas, una sombra me persigue, la sombra de la realidad. Esa realidad de la cual posiblemente estoy huyendo al estar aquí, pero la caminata continua y mientras el cansancio se apodera de mi cuerpo me doy cuenta de que hay destellos de felicidad en cada día, en los amigos que tengo, en los paisajes que recorro y en el trabajo que hago.

El día acaba con cuerpos cansados, con risas y con ganas de seguir experimentando al máximo el día a día que este lugar desolado y rojizo nos ofrece, esperamos que cada uno de nosotros pueda valorar y aprender de todo lo que este lugar inspira.

Después de cinco días de estar aquí se podría decir que ya se ha establecido una rutina y te acostumbras a hacer lo mismo, a ver y hablar con las mismas personas pero en realidad no es así, creo que la palabra costumbre no estará al momento en el que describa este lugar una vez lo haya dejado y mire atrás para recordar este espacio, este frío, este pedazo de tierra de nadie pero de todos los que estamos dispuestos a realmente verlo, sentirlo, vivirlo.

Hay un maravilloso sentimiento en todo esto. Tal vez lo lugares en los que piensas que nada podría vivir es donde puedes sentirte vivo de nuevo y despertar del letargo en el que la vida misma te puede envolver. Tal vez hay más vida en un árido desierto que cualquiera podría imaginar.